martes, 24 de junio de 2008

Educación mediada por las TIC: Un nuevo reto para el docente

Es innegable el efecto que el desarrollo científico y tecnológico ha ocasionado en las vidas de las personas y en la cotidianidad de las organizaciones. Un ejemplo de ello es el ingreso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todas las actividades desarrolladas por hombres y mujeres contemporáneos en diferentes ámbitos de desempeño. Por una parte, la necesidad de llevar una vida modelada por el consumismo está llevando a todos los miembros de una familia a salir a buscar ingresos que les ayude a hacerla más llevadera y, por otra, la flexibilización de los procesos productivos está generando un nuevo tipo de relación laboral; maquila, satélite y teletrabajo, entre otras, son las nuevas modalidades contractuales.

Desafortunadamente, los sitios de trabajo se distancian respecto a las empresas matrices y los mercados, y los lugares de estudio, diversión y esparcimiento no siempre coinciden en términos de espacio y horario, haciendo de la distancia un problema aparentemente difícil de sortear, y del uso de nuevos artefactos una nueva forma de analfabetismo, generando angustia en las personas, especialmente en la generación nacida antes de las TIC. Sin embargo, pareciera que la sofisticación de las TIC se orientara a que en vez de alejarnos nos acercaran más y a que en vez de complicarnos la vida nos la facilitara; la reducción de operaciones repetitivas en los procesos, la eliminación del volumen de papel en el flujo de la información en las organizaciones, la implementación de estrategias para la conservación del medio ambiente y el impulso a la generación de cultura para el uso de tecnologías para la producción más limpia, entre otros muchos posibles beneficios, así lo evidencian.

El problema ahora radica en dos factores: el uso adecuado y responsable de tales tecnologías, y el uso óptimo de recursos y de conocimiento para su diseño y fabricación. Lo primero garantizaría un usuario culto de la tecnología, y lo segundo un innovador de tecnología según las necesidades locales. Para ambos casos, se requiere de educación, igualmente responsable y adecuada, lo que genera un problema adicional: la educación mediada por las TIC.

Si bien es cierto las políticas de Estado, en general, y del sistema educativo, en particular, orientan sus esfuerzos económicos para proporcionar las herramientas instrumentales (dotación de infraestructura) y cognitivas (capacitación) con el fin de dar respuesta eficaz y oportuna a los dos factores señalados, el problema para los docentes no es fácil. En lo relacionado con lo instrumental, podría afirmarse que estamos bien, aunque, como en todo, es posible y necesario mejorar y actualizar lo existente. Pero, en lo que sí estamos MAL es en el aspecto cognitivo, y sin éste cualquier instrumento por sofisticado y amigable que sea termina convirtiéndose en un tormento para el usuario, y en vez de solucionar el problema como sería lo lógico, éste se ahonda.

Por todo lo expuesto, las preguntas que quiero plantear para una sana discusión son:

¿Sabe el docente actual qué son las TIC?

¿Sabe el docente actual la diferencia conceptual e instrumental entre una y otra TIC, porque no todas son iguales ni sirven para lo mismo?

¿Sabe el docente actual para qué y cuándo usar cada una de las TIC en sus procesos formativos?

La simple capacitación de los docentes ¿es suficiente para el logro de esta comprensión?

Ver más /See more): http://cst.unesco-ci.org/sites/projects/cst/default.aspx